Gracias,Padre, por la vida,
por la fe y la vocación;
gracias por llamarme un día
para ser eucaristía
y ministro del perdón.
Gracias,Padre, muchas gracias
por la sagrada misión
de proclamar tu Palabra,
portadora de esperanza,
de paz y resurrección.
Gracias por sentir la urgencia,
sentir la audacia y pasión
por hacer un mundo nuevo,
más libre, justo y fraterno,
más según tu corazón.
Gracias por don Bosco Padre
gracias por tantos Hermanos,
gracias por tantos testigos,
gracias por tantos amigos,
que tuve siempre a mi lado.
Gracias por la siempre Madre,
mi querida Auxiliadora,
que pusiste en mi camino,
para llevarme al destino:
¡mi felicidad de ahora! Alfonso Francia (salesiano, abril 2013 bodas de oro
sacerdote)
